El cantor porteño Tomi Lago reflexiona sobre su primer disco, “El consorcio”, que reafirma su elección por el tango.
Tomi Lago es un ejemplo de que el tango no murió, por el contrario, está más vivo que nunca. El cantor de 33 años reflexiona en charla con Télam sobre su recorrido artístico y su acercamiento al tango que a través de su reciente disco “El consorcio” -producido por Sony- viene a introducirle a las nuevas generaciones un sonido reversionado y una reivindicación de una música rioplatense.
“No era una casa tanguera la mía”, cuenta Lago. En la adolescencia tuvo bandas de rock y de reggae. Llegó al tango “a través del rock”. El cantor se acuerda del primer tango que escuchó: “Fue en un disco de Andrés Calamaro que no es el de tangos sino el que se llama ‘El Regreso’, que es cuando vuelve después de no tocar por mucho tiempo. En ese disco hace una versión con Juanjo Domínguez, tremendo guitarrista, de ‘Por una cabeza’”.
Tomi es tanguero del 2023: sin gomina, con piercings y tatuajes, y camisas estampadas desabotonadas. Trae el género histórico y rioplatense con una impronta y una estética que se mezcla con lo actual en lo visual y en su sonido y como dice él “mezclando el lunfardo de ayer y el de hoy”.
A pesar de que sus padres escuchaban rock y sus abuelos jazz y música clásica, sí recuerda su conexión familiar con el tango a través de una tía que vive en París. “Se exilió en los ‘70 en Europa. Ella sí escucha tango. Creo que hay algo en la nostalgia, muy tanguera por cierto, del exilio de mi tía que me emocionaba. Yo tenía 24 años cuando la visité y en esos diez días que estuve en París, nos levantábamos y escuchábamos tango mientras tomábamos unos mates”.
“La primera vez que escuché una canción y casi lloro fue en ese viaje también con una interpretación de (Roberto) Goyeneche de ‘Naranjo en Flor’ en una entrevista de televisión. Incluso Roberto no estaba engominado, sino vestido de jogging. La música siempre me emocionó pero hubo algo que me sensibilizó más en ese contexto estando con mi tía exiliada y viendo toda la bola que le dan al tango afuera, que lamentablemente le dan más bola que acá”, analizó Lago.
“El Consorcio”, lanzado el 1 de diciembre, cuenta con covers y con canciones originales que Lago compuso junto a Mariano Napoli y Joaquín Plada. Entre las reversiones se encuentran “Jugar con Fuego”, de Andrés Calamaro, y “Dos en la ciudad”, de Fito Páez: “Los dos son músicos que admiro mucho y que escuché mucho. No me acuerdo la vida sin que suenen esos dos desde muy chico. Eligiendo hacer estos dos covers quería mostrar de donde vengo, lo que escucho y lo que mamé”.
El cantor criado en el barrio porteño de Palermo -donde de adolescente se juntaba con sus amigos a guitarrear en las plazas alguna de Viejas Locas o de Los Redondos– también es un performer y que se apropia del espacio y de la escena. No sólo en los shows en vivo como el de la presentación de su disco la semana pasada en el CC Richards (Honduras 5272) sino también en los videos musicales que acompañan su repertorio.
Fuente: Agencia Télam